En los comentarios de este artículo, Antonio Valenzuela Fernández nos ha dejado una excelente descripción de la ruta a los Lavaderos de la Reina y en el enlace adjunto se incluyen los tracks del recorrido para GPS: enlace
. .Buscando los Lavaderos de la Reina
Primer intento: nos perdemos por los carriles de acceso
Animados por el excelente artículo publicado en “
Por los caminos de Málaga” partimos desde Málaga y a las 6 de la mañana, en un Opel Combo, a la búsqueda de las imágenes que nos habían cautivado al contemplar las fotos incluidas en el artículo citado: “
Lavaderos de la Reina”.
Para situarnos en la zona, solo hay que seguir las señales informativas, que desde Málaga, nos llevarían a: 1. Granada, 2. Sierra Nevada, 3. Pinos Genil / Guejar Sierra, 4. Guejar Sierra, 5. Maitena, 6. El Coto-Los Cuartos / Ldro de la Reina (primero un cartel nos señala a la izquierda y luego, después de dejar una gran peña a la derecha, otro, nos indica coger un desvio a la derecha por un carril acementado que baja hasta el río Maitena).
A partir de la última señal y una vez cruzado el río Maitena, hay que seguir entre los numerosos carriles que van surgiendo a diestro y siniestro, como mejor entendamos, el carril principal.
Por nuestra parte, en un cruce importante, que según las descripciones consultadas con posterioridad, tendríamos que hacer cogido el ramal de la derecha, nos desviamos a la izquierda, adentrándonos con el Opel Combo en las profundidades de la montaña por un estrechísimo carril en el que el retorno se nos antojaba imposible al contemplar la altura de los barrancos que delimitaban el trazado del camino.
Seguimos como pudimos, casi siempre en primera, durante más de una hora, algo preocupados, también hay que decirlo, por lo inhóspito de la zona que atravesábamos y lo poco transitado que veíamos el carril, hasta que un boom y un traqueteo nos obligó a parar, una de las ruedas traseras acababa de reventar al pasar por encima de una afilada piedra, ¿llevamos ruedas de repuesto?, ¿herramientas?, ¿desde cuando no cambias una rueda?, nos encomendamos a los dioses que según dicen habitan en Sierra Nevada y nos dispusimos a responder a todas esas inquietantes preguntas.
Nos costó, y mucho, afrontamos más de un problema, la falta de herramientas adecuadas, la estrechez del camino, los nervios, todos fueron superados tras más de dos horas de duro esfuerzo, la rueda de repuesto quedó encajada y lista para seguir la marcha, que decidimos fuese para volver en cuanto el infernal carril nos lo permitiese.
Apenas en 50 metros llegamos al final del carril, ¡los dioses de Sierra Nevada nos la habían jugado!, una pequeña explanada desde donde partía un sendero que, según unos campesinos que por allí se encontraban cuidando una frondosa huerta, nos podría conducir a los Lavaderos de la Reina tras 2 o 3 horas de caminata.
No vimos ninguna cadena y nuestro altímetro marcaba 1.830 metros.
De todas formas, por la hora, por que ya habíamos tomado una decisión y porque íbamos con una rueda menos y más de una herida, dejamos la conquista del lavadero monárquico para mejor ocasión.
Dimos la vuelta en la explanada y regresamos a la carretera principal con los dedos cruzados.
GPS Senderismo Familiar Málaga Segundo intento: llegamos al Monte Papeles
Sábado, 23 de marzo de 2.008: llegamos al Monte Papeles
Tercer intento: seguimos buscando los Lavaderos de la Reina
Sábado, 19 de abril de 2.008, a primera hora de la mañana iniciamos una nueva aproximación a los Lavaderos de la Reina, la tercera.
Un fuerte viento nos impide ascender por la senda que crestea el monte Papeles y nos aconseja caminar por el carril cubierto por la nieve y que recorre la falda de la montaña.
Impulsados por la fuerza del aire que empuja nuestras espaldas avanzamos rápidamente, ganamos cientos de metros sin apenas esfuerzo, sin apenas darnos cuenta, disfrutando del paisaje, hoy distinto, blanco y sosegado.
Al cabo de dos horas de caminata, a la vuelta de una curva de camino, los elementos nos golpean brutalmente, un viento huracanado, helado, nos detiene, en segundos vamos perdiendo calor corporal, la cara, expuesta, va perdiendo sensibilidad, el frío es brutal, apenas lo pensamos dos veces, hay que salir de aquí cuanto antes nos decimos con nerviosismo, quizás también con pánico, ninguno de nosotros había experimentado nunca antes un frío semejante.
Iniciamos el regreso y enseguida nos damos cuenta de nuestro tremendo error, el viento que antes nos impulsaba ahora nos retiene, la ventisca aumenta, apenas nos deja ver un par de pasos, cada paso es un esfuerzo tremendo, vamos uno detrás de otro, el primero protege al siguiente, nos vamos turnando cada cinco minutos en los que apenas se pueden dar una veintena de pasos.
Pasan las horas lentamente, 3, 4, 5, 6…, el viento huracanado y el frío nos impiden incluso parar a beber un sorbo de agua, no podemos reponer fuerzas, no podemos parar, nos quedaríamos helados, hemos de seguir dando un paso detrás de otro, 7, 8, 9…, es increíble, las dos horas de la ida se están convirtiendo en diez y la anoche está al caer.
Seguimos, maldiciendo nuestra inconsciencia, nuestra temeridad, 10, 11…, llevamos casi doce horas andando con frío, hambre, sed, cansancio, somos conscientes de que nos la estamos jugando, o llegamos al coche en poco o nos dejamos allí la vida.
Por fortuna, cuando se iban a cumplir casi doce desde que empezamos a caminar nos topamos con la cadena que cierra el carril. A pocos metros estaba la salvación, el coche, calefacción y refugio para beber y comer. No os podéis imaginar como nos supo el agua fresca de nuestras cantimploras, como el mejor vino, ni como nos supo el bocadillo que nos tragamos de un santiamén, como el mejor plato del mejor restaurante.
Regresamos a la civilización, conscientes de que nos habíamos librado por muy poco de un desenlace fatal.
José Antonio
GPS Senderismo Familiar
Lavaderos de la Reina: la conquista
Lunes, 12 de mayo de 2.008
- Tendré que asumir la responsabilidad si es que queréis llegar a los Lavaderos de la Reina, es una vergüenza para el historial del GPS escuchar la cantidad de veces que lo estáis intentando consiguiendo tan solo un fracaso tras otro fracaso. El próximo sábado vamos, para llegar si o si, sin opciones.
- Bueno, bueno, como quieras, pero tampoco hay que ponerse así, no han sido tantos intentos, solo tres.
Martes, 13 de mayo de 2.008
- Las predicciones meteorológicas anuncian mal tiempo para la zona de Sierra Nevada, lluvia e incluso nevadas por encima de los 2.300 metros.
- No importa, pase lo que pase iremos a los Lavaderos de la Reina. Utilizad la tesorería del GPS para comprar en El Corte Inglés el mejor equipo que podáis encontrar, chaquetones noruegos, botas chirucas, impermeables finlandeses, bordones austriacos, brújulas de precisión, altímetros, equipo de supervivencia…, de todo, no reparéis en gastos.
Miércoles, 14 de mayo de 2.008
- No hemos quedado sin dinero y aún nos falta por comprar un montón de cosas, me temo que habrá que abandonar.
- No, no y no, de ninguna manera. Hipotecad la sede social del GPS, vended las mejores joyas de las mujeres, los anillos de casados de los hombres, acudid a los patrocinadores habituales, suplicadles si hiciera falta, haced lo imposible porque el próximo sábado, sin falta ni excusa, nos pondremos en marcha hacía los Lavaderos de la Reina.
Jueves, 15 de mayo de 2.008
- Las predicciones meteorológicas siguen anunciando lluvia, si el carril de tierra se embarra no podremos pasar con nuestros turismos.
- Llamad a los HERTZ que nos hacen descuentos especiales y alquilad un par de 4X4 o una docena, o un helicóptero, lo que haga falta, ya he dicho que para esta expedición no hay límite de fondos.
Viernes, 16 de mayo de 2.008
- Ya está todo listo, solo falta elegir a los que van a ir, tu dirás.
- Los más fuertes, los más preparados, no quiero ni lesionados, ni geperos que corren solo media maratón, ni viejos veteranos de la época en la que conquistamos el Encinetas, para esta prueba hacen falta geperos jóvenes, duros como el mejor acero, dispuestos a aguantar las peores circunstancias.
Sábado, 17 de mayo de 2.008
A las seis de la madrugada ya estábamos todos tomando café, tostadas y concentrados energéticos en la cafetería de los Abades ultimando los últimos detalles, probando el nuevo equipo, comentando la estrategia a seguir.
Casi una hora y media mas tarde aparcamos los coches en una pequeña explanada que hay unos pocos metros antes de la cadena que corta el paso a los vehículos, nos apretamos los cinturones y comenzamos a caminar siguiendo el curso de la antigua acequia que canalizaba el agua del deshielo en la primera mitad del pasado siglo.
Caminamos despacio, como siempre, parando a menudo para reponer fuerzas tomando pequeños bocados, esta vez no hablamos mucho, solo lo necesario para comentar el aspecto amenazante de las nubes que sobrevuelan las altas cumbres de Sierra Nevada ocultándolas de nuestras miradas.
Llegamos al vértice geodésico del Monte Papeles sin novedad y seguimos avanzando sobrepasando los límites conquistados en anteriores expediciones.
Poco después alcanzamos el refugio de Peña Partida y continuamos por el sendero que comienza justo detrás y asciende suavemente por la ladera de la llamada Loma de los Cuartos, dejando a la derecha el sendero que baja hasta la Vereda de la Estrella. Unos montañeros con los que nos cruzamos nos aconsejan dar media vuelta, las dificultades que debéis afrontar aun son enormes, nos dicen, asomaros al circo glaciar de los Lavaderos de la Reina si acaso y regresad.
Seguimos ascendiendo sopesando el consejo, nadie dice nada, nadie quiere ni siquiera pensar en abandonar y sin hablarlo lo descartamos por unanimidad, seguiremos avanzando pase lo que pase.
Al poco, una gran lengua de nieve nos cierra el paso, justo cuando el sendero llega a su punto más alto y desciende hacia el circo glaciar de los Lavaderos de la Reina. La atravesamos como podemos, algunos con más pena que gloria, para seguir avanzando hacia las cascadas de los manantiales.
Una vez allí saboreamos el paisaje y unos cuantos bocadillos de tortilla, mortadela con aceitunas, chicharrones, cerveza, refrescos y champán francés para brindar, en copas de cristal veneciano, por el objetivo alcanzado después de tantos y tantos intentos.
Para regresar seguimos el curso natural del agua que nos regala una serie de hermosas cascadas conforme vamos destrepando poco a poco los Lavaderos de la Reina.
Una vez en el valle continuamos siguiendo el agua que circula por la acequia Papeles hasta enlazar con el carril que nos conduce a los coches.
Besos y despedida hasta la siguiente, quién sabe si será para conquistar el Klimanjaro.
GPS Senderismo Familiar de la Costa del Sol